Menos Preocupación Global, Más Acción Local

"No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor." – Madre Teresa

“Haz lo que puedas, con lo que tengas, donde estés.” – Theodore Roosevelt

Es fácil perderse en la preocupación por problemas globales o nacionales: la economía, el cambio climático, la política, o guerras en otros continentes. Sin embargo, el verdadero impacto lo generamos a nivel local. Antes de querer cambiar el mundo, debemos asegurarnos de cambiar nuestro entorno inmediato: nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra ciudad. Enfocarse de manera desmedida en cambios globales tiende a ser un problema de ego, de tendencias de complejo de salvador. Tu no eres el salvador del mundo. Ese ya lo tuvimos, y ni El se puso a opinar sobre los problemas políticos de Roma. Lo que si hizo fue curar a enfermos, y con frecuencia, diciéndoles que no le digan a nadie. Y eso, se convirtió en una revolución de amor que no solo derrocaría a Roma, sino que transformaría la filosofía política del mundo entero.

Otro caso reciente: La Madre Teresa de Calcuta dedicó su vida a los más pobres, comenzó llevando a personas moribundas de las calles de Calcuta a un hogar donde pudieran morir con dignidad. No lo hizo con activismo político, ni gestionando fondos, ni creando programas sociales, ni cambió el sistema económico ni eliminó la pobreza de la India, pero su acción humilde desencadenó un movimiento global, y sus “Misioneras de la Caridad” ahora operan en más de 130 países. Empezó con mucha fe, pero solo unas cuantas monedas. Eso fue más que suficiente para lanzar la piedra que provocó no solo olas, sino tsunamis de amor y de servicio alrededor del mundo.

Empieza por lo que puedes cambiar

Antes de querer resolver problemas a gran escala, debemos enfocarnos en lo que realmente está bajo nuestro control. Como dice el almirante William H. McRaven:

“Si quieres cambiar el mundo, empieza por tender tu cama.”

Ordenar nuestra vida, fortalecer nuestras relaciones cercanas y mejorar nuestra comunidad inmediata son los primeros pasos hacia un impacto real. Solo cuando logramos esto, podemos expandir nuestra influencia a mayor escala.

Piensa en Chico

Un arquero que intenta disparar sin un objetivo claro nunca acertará en nada. Pero el arquero sabio no solo elige un blanco, sino que se enfoca en el punto más pequeño dentro de él. No apunta a la diana completa, ni siquiera al centro rojo; apunta a un solo punto diminuto en su interior. Porque cuanto más preciso es su enfoque, más certero será su disparo. Así funciona la vida: quienes intentan cambiar todo el sistema, fallan el tiro, pero quienes afinan su puntería en un problema chico, terminan teniendo el mayor impacto.

No necesitamos esperar grandes oportunidades para generar impacto. El cambio empieza con acciones pequeñas, en lugares cercanos, con personas reales.

En lugar de preocuparte por problemas globales que escapan de tu control, pregúntate qué puedes hacer hoy, con los recursos que tienes, para mejorar la vida de alguien más. Es ahí donde comienza el verdadero cambio.

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