Enfócate en lo que Sí Puedes Controlar

"No hay nada noble en ser superior a tu prójimo; la verdadera nobleza está en ser superior a tu antiguo yo." – Ernest Hemingway

“Cuando somos jóvenes queremos cambiar el mundo, cuando maduramos nos damos cuenta de que lo mejor que podemos hacer es cambiarnos a nosotros mismos.” – Anónimo

Antes de querer mejorar el mundo, debemos enfocarnos en lo que realmente está bajo nuestro control: primeramente, nuestra propia vida. No tiene sentido gastar energía en tratar de cambiar la sociedad si no hemos trabajado en nuestra propia transformación personal. Cuando cada individuo asume su responsabilidad, el impacto en la sociedad ocurre de manera natural y duradera.

1. Enfócate en tu Fe y Valores

“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no te fijas en la viga que está en tu propio ojo? (…)

¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”

-Mateo 7:3-5

Antes de criticar los valores de la sociedad, asegúrate de fortalecer los tuyos.

  • Define tus principios y convicciones.
  • Identifica tus propios pecados, aquellos hábitos o situaciones donde tu tambien caes en aquello que críticas.
  • Trabaja en el desarrollo de virtudes bíblicas (como la fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, templanza, fortaleza).
  • Fortalece tu fe con estudio, oración y acción.
  • Fortalece tu caridad con Obras de Misericordia Corporales, o las Espirituales (buscalas).
  • Identifica y controla tus vicios, reduciendo la frecuencia de tus caídas.
  • Construye hábitos que te ayuden a ser mejor persona para ti y los que te rodean.

2. Enfócate en tu Salud Física y Mental

No puedes ayudar a otros si tú mismo estás débil y enfermo. Antes de preocuparte por la salud del mundo, recupera la tuya:

  • Recupera tu movilidad y aprende a moverte correctamente.
  • Desarrolla fuerza y músculo para mejorar tu longevidad.
  • Optimiza tu capacidad respiratoria con ejercicio cardiovascular.
  • Regula tu peso y tus niveles de azúcar.
  • Equilibra tus hormonas y prioriza tu descanso.
  • Trabaja en tu salud mental, reduciendo el estrés y fortaleciendo tu resiliencia.

3. Pon en orden tus Finanzas

No puedes arreglar la economía global si no puedes manejar ni tus propias finanzas.

  • Construye estabilidad económica en tu hogar antes de exigir cambios económicos a gran escala.
  • Consigue un trabajo o emprende un negocio que te brinde estabilidad.
  • Paga tus deudas y aprende a administrar tu dinero inteligentemente.
  • Gasta menos de lo que ganas. En ocasiones esto significa trabajar mas para cubrir gastos adicionales. Pero con frecuencia, esto significa saber gastar menos, y aprender a vivir con más humildad, para alinear tus gastos con tus ingresos reales.
  • Invierte en activos que generen ingresos pasivos.
  • Incorpora tecnologías que te ayuden a reducir costos y aumentar ingresos.
  • Dona parte de tus recursos a causas que te apasionen, pero hazlo con lo que tú has ganado, no con lo que exiges que otros den.

4. Enfócate en Aprender y Adaptarte a la Tecnología

El mundo cambia constantemente, y la tecnología es un factor clave en ese cambio. En lugar de intentar frenar la innovación o temerle a lo nuevo:

  • Aprende sobre nuevas tecnologías antes de criticarlas o intentar regularlas.
  • Adáptate y úsalas para facilitar tu vida y mejorar tu productividad.
  • Aprovecha herramientas digitales para ser más eficiente en tu trabajo o negocio.
  • Sé un creador y solucionador de problemas en lugar de un simple espectador.

Conclusión

El cambio social comienza con el cambio individual. Si cada persona se enfocara primero en mejorar su vida, la sociedad entera se beneficiaría de manera natural y duradera. En lugar de quejarte por el estado del mundo, pregúntate qué puedes mejorar en ti mismo.

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo.” – Mahatma Gandhi

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