Turismo inteligente: Las Catalinas, Santa Cruz, Guanacaste

Comentarios del maestro, por ser un caso de estudio destacado:

Muy acertado análisis, en este caso, de un programa de fomento al emprendimiento por medio de programas para la facilidad de trámites. Y justo, parte del reto más grande que también he observado en varias ciudades, que frena mucho toda iniciativa de fomento al emprendimiento, tiende a ser la falta de continuidad y de participación activa que mantiene el sector empresarial y/o emprendedor. ¿A que me refiero con esto? Por lo general, los emprendedores están cada uno muy ocupado en su propio negocio, tratando de mantenerlo vivo, o de crecerlo, en su ciudad o hacia otras ciudades. Y ese esfuerzo no solo es de tiempo completo, sino que es de día y de noche.

Pero aparte, el emprendedor, tiende a canalizar su esfuerzo para resolver las barreras que tiene su propio negocio, no la industria entera, y una vez que logra navegar las barreras burocráticas o de tramites, ya no necesita seguir perdiendo tiempo arreglando ese sistema, lo cual realmente solo beneficiaría a otros negocios (incluso a su competencia). Por eso, los incentivos para corregir los sistemas regulatorios y de trámites que ahuyentan a la inversión y al emprendimiento, y que mantienen a nuestras ciudades limitadas en su crecimiento económico, es porque el sistema no incentiva la organización continua del sector emprendedor. Incluso en una industria especifica, la de los negocios inmobiliarios, y del desarrollo de vivienda, donde los trámites no son de una sola vez, sino que son constantes, ya que cada proyecto de desarrollo requiere volver a iniciar todo el proceso de adquisición de licencias de uso de suelo, de urbanización, autorizaciones, permisos de construcción, etc. Aun así, no es común ver en una ciudad a todo el sector del desarrollo y la construcción tener una presión institucional significante en las políticas públicas. Desafortunadamente, los empresarios tienden a usar estas instituciones para posicionar a su propio negocio, y no es común pensar en la industria en general, pero peor aún, a los nuevos o pequeños emprendedores. Y es aquí donde esto se complica más, porque los representantes del sector empresarial, con empresas medianas o grandes, tienen retos y barreras extraordinariamente diferentes a los retos de los nuevos o pequeños negocios, y entonces nadie esta abogando por ellos.

Creo que uno de los objetivos principales de todo programa de mejora regulatoria, de fomento económico, y de tramites inteligentes, debe iniciar por la consolidación de instituciones empresariales, con objetivos de presión política, que contrarrestan el cabildeo de otras industrias que si tienen todos los incentivos organizacionales. Mas allá de organización, esto puede ser fortalecido con la creación de fondos sociales que sean creados y administrados por este sector, como es el caso del FOSECH de chihuahua, que entiendo que cumple este criterio. Y finalmente, debemos buscar instituciones estratégicas para abogar por los emprendedores, considero que las universidades, e incubadoras de negocios, pueden jugar ese papel, o ecosistemas de innovación y emprendimiento, sobre todo cuando estos definen como objetivo principal el incidir en política públicas a nivel local.